
El alza del SMI hasta los 900 euros puede ser especialmente gravosa para las empresas de menor tamaño. Sin embargo, no afectará a los autónomos que no tengan empleados a su cargo.
Los planes del Gobierno de elevar el salario mínimo interprofesional (SMI) han sentado como un jarro de agua fría en el mundo empresarial. La propuesta, que está recogida en el acuerdo presupuestario entre el Ejecutivo y Podemos, contempla elevar el mínimo mensual de 736 a 900 euros en 14 pagas, lo que supone un incremento del 22%. El nuevo salario equivaldría a 1.050 euros para aquellos que cobren doce mensualidades.
Esta perspectiva podría resultar particularmente onerosa para las empresas de menor tamaño, cuyo músculo financiero no siempre permite pagar sueldos superiores a 900 euros. Además, como explica Juan Carlos Martínez Lázaro, profesor de del Área de Entorno Económico de IE Business School, la subida puede generar un «efecto arrastre» en aquellos salarios que superan por poco los 900 euros.
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