Las empresas del Ibex tributaron a un 30,7% de media en el primer semestre de 2018, con lo que pagarán 8.251 millones de euros sobre un beneficio de 26.910 millones de euros. Así se desprende de su resultado contable mundial, considerando tanto los resultados obtenidos en todos los países en los que operan como el gasto por impuestos sobre beneficios en el extranjero. EXPANSIÓN está elaborando el cálculo del tipo efectivo a partir de la información publicada por las compañías trimestralmente, datos que están disponibles en la web de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y en la sección de Inversores de las webs de las compañías.

Las que más han tributado en el primer semestre son Siemens Gamesa, un 57,3% (ver información adjunta); Repsol, un 42,9%; Telefónica, un 39,1%; y Santander, un 35,5%. Esta cifra es la más elevada que este Observatorio ha medido. El tipo elevado, por encima del 25% en muchos casos, puede venir motivado porque parte de los beneficios se obtienen en países cuyo tipo de gravamen es superior al 25% vigente en España. Sobre el tipo medio, al estar empresas grandes por encima del 25% y suponer un porcentaje muy alto del total de beneficios, dichas compañías arrastran a las demás.

Las empresas del Ibex tributaron a un 26,5% de media en el primer trimestre de 2018, cifra que hasta junio se eleva al 30,7%. De esta forma, las compañías del selectivo están tributando diez puntos y siete décimas por encima del tipo nominal del impuesto, del 25%, cuando el tipo medio en 2017 fue del 23,5% y en 2016 fue del 25,6%. La bajada de 2017 se debió al efecto de la reforma fiscal de Estados Unidos en algunas empresas, en concreto Iberdrola y Grifols. En el primer trimestre, impactó en las empresas el efecto de la subida del Impuesto sobre Sociedades que lanzó el Gobierno en 2016.

El tipo efectivo de las multinacionales es materia de controversia entre Hacienda, que piensa que tributan poco, y las compañías, que cuestionan las cifras del Fisco. En el cálculo que hizo CEOE sobre el ejercicio 2014, obtuvo una cifra del 21%, dato similar al de 2015. El incremento que ha experimentado este porcentaje en 2016 y que viene soportando en 2018 supone un alza de más de diez puntos porcentuales.

Cabe deducir que este aumento se debe a la citada alza de Sociedades que realizó el Gobierno en diciembre de 2016. Si se compara lo que tributaron las empresas en 2017 -13.290 millones de euros- y 2016 -13.598 millones de euros- con 2015 -6.710 millones-, la subida fiscal es de más del 70%. Pero este cálculo no se corresponde de forma automática con lo que ha supuesto la subida del impuesto, ya que también influye el que haya crecido el beneficio de las empresas y qué deciden imputarse en impuestos.

En las cifras que se obtienen en 2017 y 2018, el aumento de impuestos de diciembre de 2016 despliega todos sus efectos, ya que aunque algunas de las medidas fueron retroactivas y entraron en vigor con efectos desde enero de 2016, otras están vigentes desde enero de 2017.

El incremento de impuestos de 2016 incluyó una figura, la reversión de deterioros, que obliga a tributar por pérdidas. Algunas de las empresas que más pagan, pueden tener que hacerlo porque, además de tener beneficios, el criterio habitual, han revertido pérdidas. Las compañías que menos pagan o que obtienen tributaciones negativas, lo hacen porque han generado un crédito fiscal que podrán recuperar.

En las Campañas de Sociedades de julio de 2017 y julio de 2018, se han incluido las subidas que entraron en vigor en 2016, con lo que Hacienda ha tenido que devolver a las empresas importantes sumas ante el dinero que han adelantado al Estado por el incremento de los pagos fraccionados, casi del 50%, que entró en vigor en octubre de 2016.

«La evolución de los ingresos sigue condicionada por el crecimiento de las devoluciones realizadas», dice la Agencia Tributaria (AEAT) en su informe de recaudación de junio. Sin embargo, estas devoluciones quedan en parte neutralizadas con lo que tienen que pagar las compañías por el alza de 2016. Aunque el Gobierno aseguró que el incremento de los pagos fraccionados sólo estaría en vigor mientras el déficit superara el 3%, está por ver si Hacienda lo va tener en cuenta, cuando el déficit ha cerrado en 2017 en el 3,07% del PIB y se espera que el de 2018 quede en un 2,7%. Y cuando el Gobierno planea elevar el Impuesto sobre Sociedades, de momento con la creación de un tipo mínimo del 15%.

La controversia sobre la tributación de las grandes empresas ha ido in crescendo desde que estalló la crisis y no remite El exministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, acusó a las mayores compañías de no contribuir. Su sucesora, María Jesús Montero, ha bajado el tono de confrontación con las grandes empresas, pero trabaja en la citada subida del Impuesto sobre Sociedades, parte fundamental de la negociación presupuestaria que ultima con Podemos.

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