
Seis años después de que Mario Draghi mostrara su apoyo incondicional al euro, el banquero italiano vuelve a tomar la palabra. «En situaciones extraordinarias es necesario adoptar medidas excepcionales». Esta ha sido la respuesta del responsable del BCE a la insinuación lanzada por los periodistas sobre la posibilidad de que el banquero italiano pase a la historia como el primer responsable desde la creación de la institución que concluye su mandato sin subir los tipos de interés. La probabilidad de que el encargado de dar el primer paso hacia la normalización de los tipos en la zona euro sea su sucesor se extiende día a día. Draghi se ha limitado a señalar que cuando él llegó a la institución la eurozona estaba sumida en una profunda depresión.
Como era de esperar en pleno mes de julio y después de la batería de informaciones dadas a conocer en la pasada cita, el BCE ha repetido el lenguaje empleado el pasado 14 de junio en Riga. En el comunicado la institución se mantiene en línea con las previsiones. El consejo de gobierno ha acordado mantener sin cambios las medidas de política monetaria. Así los tipos de interés continúan en el 0% y la facilidad de depósito (importe que las entidades tienen que pagar por dejar su dinero en la hucha del BCE en lugar de prestarlo) permanece en el -0,4%.
«Las tasas se mantendrán en los niveles actuales al menos hasta el verano de 2019 y, en todo caso, durante el tiempo necesario para garantizar la continua y sostenida convergencia de la inflación a niveles cercanos al 2% a medio plazo”, recoge el documento. Esta idea ha sido repetida por el presidente de la institución al término de la reunión. El BCE continuará comprando deuda por valor de 30.000 millones de euros al mes hasta septiembre. A la vuelta del verano esta cuantía se verá reducida a la mitad (15.000 millones) a cambio de extender la ayuda hasta finales de año, momento en que que finalizarán.
Preguntado por la subida del precio del dinero, Draghi ha reiterado la información recogida en el comunicado y ha afirmado que no existe intención alguna por parte de la institución de endurecer su lenguaje. Siguiendo el lenguaje empleado en el pasado encuentro, Draghi ha reiterado que “prudente, persistente y paciente son las tres palabras que rigen la política monetaria de la eurozona».
Son muchos los analistas los que consideran que las afirmaciones realizadas en los dos últimos encuentros suponen atarse demasiado las manos con lo que para es un hecho trascendental en la zona euro, la normalización de los tipos tres años después de que su homólogo la Reserva Federal dijera adiós a los tipos cero. El 36% de los analistas consultados por Bloomberg retrasan el alza del precio del dinero a diciembre de 2019. Es decir, el encargado de dar este paso será el nuevo presidente del BCE, pues el cargo de Draghi concluye a finales de octubre del próximo año.
El responsable de la política monetaria no ha aportado información adicional sobre el programa de reinversión de vencimientos. En el comunicado de la institución, el BCE señala que «el consejo de gobierno tiene la intención de reinvertir los pagos principales de los títulos vencidos durante un periodo prolongado después de que concluya las compras netas de activos y en todo caso durante el tiempo necesario para mantener condiciones de liquidez favorables y un amplio grado de alojamiento monetario». Ante las preguntas de los periodistas el banquero se ha limitado a señalar que no se ha debatido sobre el tema en la cita de este mes.
El banquero italiano ha apuntado que si bien las incertidumbres, especialmente las relacionadas con el comercio mundial, siguen siendo importantes, la economía de la zona euro avanza por un camino de crecimiento sólido y amplio. No obstante, Draghi ha reconocido que el ritmo de expansión se ha moderado. En el primer trimestre la eurozona avanzó un 0,4% frente al 0,7% registrado en trimestres anteriores. El banquero quiso restar importancia a este retroceso y señaló que se debe a los altos niveles de crecimiento registrados un año antes. Con la vista puesta en el medio plazo, el presidente del BCE ha reiterado su confianza en que la fortaleza subyacente de la economía permita la convergencia de la inflación hacia el objetivo de inflación del 2% que establece el organismo.
Cinco Días