Se contabilizan 120 mayores de 64 años por cada 100 menores de 16. Implementar políticas de empleo entre el colectivo sénior es la solución para el mantenimiento del Estado de Bienestar.

Haga un cálculo sencillo. Si es de los que se incorporó al mercado laboral con un contrato en regla superados los 30 años, sufrió las consecuencias del desempleo en dos ocasiones y ahora, que las cosas le empezaban a ir bien, con 55 años está en el paro, sumar 35 años cotizados para cobrar una pensión digna resulta complicado. Lo peor de todo es que su caso es más habitual de lo que imagina. El número de desempleados que han superado el medio siglo de vida crece cada año: el porcentaje de empleados mayores de 50 años es inferior al 19% para la mitad de las empresas españolas, y según la consultora de selección Hays, sólo el 4% de las organizaciones de nuestro país tiene políticas dirigidas a contratar a este colectivo.

La situación es aún más desalentadora cuando se comprueba que el índice de envejecimiento en España es del 120%, superando en dos puntos porcentuales al del año pasado (según el Instituto Nacional de Estadística). Este máximo histórico refleja que se contabilizan 120 personas mayores de 64 años por cada 100 menores de 16. Asturias (241%) y Galicia (195%) son las regiones más envejecidas. Son Ceuta, Melilla, Murcia, Andalucía y Baleares las únicas que presentan una mayor proporción de jóvenes. En 1985 no llegaba al medio centenar el número de mayores de 64 años por cada 100 menores de 16… pero a partir de 2000 nuestro país comienza a presentar una mayor proporción de sénior que de jóvenes.

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