
A comienzos de año los pensionistas recibirán una paga compensatoria que ajustará el aumento de las pensiones aplicado (1,6%) respecto a la inflación de diciembre (previsiblemente del 1,9%), aunque solía cogerse noviembre como mes de referencia. Esta denominada ‘paguilla’ costará 386 millones de euros a la Seguridad Social y se imputará en el gasto del año que viene, según anunció el secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, tras el desayuno de trabajo ofrecido este lunes por la ministra Valerio organizado por Europa Press.
Y es que cada décima de desviación del IPC respecto al índice acordado supone un coste de 128,6 millones de euros. Un desembolso que se queda consolidado y, por tanto, pasa a engrosar en otros 386 millones los compromisos del sistema de protección para el próximo año.
Más allá, Granado explicó posteriormente durante la jornada ‘¿Dónde está el Pacto de Toledo?’ organizada por Fundación AXA, que esa paga no estaba prevista en los Presupuestos de este año, por lo que hay que buscar una forma de financiación adicional. Criticó lo «mucho» que les ha costado poder contabilizar el dinero que debían desembolsar en pensiones por el incremento del 1,6% que se aprobó en el Parlamento, hasta que dieron con la cifra de 1.600 millones. «Añadir a esos 1.600 millones otros 386 millones más será algo complicado, por lo que lo haremos con cargo al Presupuesto del año que viene». Esa es la razón por la que se tomará como referencia el IPC de diciembre en vez de el de noviembre como años anteriores.
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