La Seguridad Social saca la lupa para vigilar más las bajas por incapacidad temporal de los trabajadores en los próximos tres meses. El Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) incrementará un 25% sus controles médicos en este periodo para verificar que las situaciones de incapacidad temporal y el pago de prestaciones están «médicamente justificadas», según ha explicado el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social en un comunicado.

La incapacidad temporal es un subsidio diario que cubre la pérdida de rentas mientras el trabajador está imposibilitado temporalmente para trabajar por enfermedad común o accidente no laboral, enfermedad profesional o accidente de trabajo y recibe asistencia sanitaria de la Seguridad Social.

En la actualidad, hay 18.145.243 trabajadores protegidos por contingencias comunes, de los que «13.957.927 están cubiertos por las mutuas, 4.151.090 por el INSS y 36.226 por el Instituto Social de la Marina», informa el Ministerio.

La Administración realizará 64.000 controles médicos en el último trimestre de 2018 que se suman a los que ya se efectúan en esta materia. Las actuaciones se enmarcan en un nuevo «Plan de Intensificación de Actuaciones de control médico de las situaciones de incapacidad temporal», dotado con 312.142 euros. El Gobierno prevé ahorrar con este refuerzo de la vigilancia «más de 33 millones de euros en prestaciones».

Para ejecutar este aumento de controles, el Ministerio ha explicado que los 267 inspectores médicos que participan voluntariamente en el plan ampliarán cuatros horas su jornada.

La vigilancia se centrará en las bajas de menos de 345 días de duración. La directora general del INSS, Gloria Redondo, ha afirmado en la presentación del plan a los representantes de las mutuas colaboradoras de la Seguridad Social que «el principio de solidaridad de nuestra Seguridad Social se fortalece cuando el ciudadano percibe las prestaciones que le corresponden y no percibe aquellas que no le corresponden».

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