Tenemos que abrir el debate sobre los recursos y los ingresos públicos para garantizar el sistema público de pensiones». Con esta afirmación Pedro Sánchez dejó claro en su primera entrevista como presidente del Gobierno (en TVE) la intención de buscar nuevos recursos para la Seguridad Social, que actualmente tiene un déficit de 17.000 millones y precisó un préstamo del Tesoro de 15.000 millones para afrontar las pagas extra y, a la vez, evitar que la hucha de las pensiones se agote (quedan 8.000 millones).

Entre las opciones que hay sobre la mesa del Ejecutivo está, como reconoció el propio Sánchez, la creación de «figuras impositivas nuevas». Algo que ya había puesto en marcha el anterior Gobierno con la denominada ‘tasa Google’ a los servicios digitales, con la que pretendía recaudar 600 millones este año. Sin embargo, el presidente consideró que la capacidad recaudatoria de ese tributo «es muy baja».

Por tanto, Hacienda podría apostar por la propuesta incluida en los ‘Presupuestos alternativos’ del PSOE: crear un impuesto sobre la banca, pero que no aparece definido. Una posibilidad que ya ha desatado las alarmas en el sector, que ha advertido de que una de las consecuencias sería el encarecimiento del crédito. Una opinión que comparte el Banco de España, que también avisó de que podrían subir las comisiones. En caso contrario, la rentabilidad de las entidades financieras sería menor, lo que el subgobernador del organismo supervisor, Javier Alonso, calificó de «preocupante».

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