Parece que por fin empieza a despegar en España el programa europeo de Garantía Juvenil, que se puso en marcha en 2014 con el objetivo de lograr la inserción de jóvenes en el mercado de trabajo y la mejora de su formación, aunque bien es verdad que aún se mantiene muy lejos de los niveles logrados por otros países europeos.

Los últimos datos que hay los proporcionó esta semana la ministra de Empleo, Fátima Báñez: más de 1,1 millones de jóvenes menores de 30 años se han inscrito, pero menos de la mitad ha encontrado empleo. Concretamente 470.000, un 43%, porcentaje que -pese a haber aumentado diez puntos en un año-sigue siendo prácticamente la mitad que otros países europeos como Francia o Suecia, que consiguieron emplear al 87% y el 71% de sus jóvenes, respectivamente, en 2015 (últimos datos disponibles), según el Informe de la Comisión Europea de 2016. La media europea se situó también muy por encima de la española (un 32% en 2015), al estar muy cerca del 70%.

Si no solo se atiende al empleo, sino también a la formación, España se acerca un poco más a la media de los Veintiocho: un 38% de los jóvenes inscritos en la Garantía Juvenil en 2015 (último dato disponible) había encontrado empleo o estaba desarrollando una actividad formativa seis meses después, frente al 40% de media en la UE. Sin embargo, sigue estando a gran distancia de países como Irlanda o Italia, donde el 71% y el 68% de sus jóvenes, respectivamente, estaban trabajando o formándose, e incluso por debajo de países como Grecia o Portugal.

Finanzas