¿Qué estrategia adoptar con la renta fija? Gómez aconseja duraciones cortas sobre todo en EE.UU., pero también en Europa. Y cree que tienen sentido los bonos flotantes o los ligados al libor o al euribor. Además, afirma que para el inversor a vencimiento, para quien es capaz de olvidarse de la volatilidad a corto plazo, sigue habiendo rentabilidades y emisores moderadamente atractivos. Pero apunta que hay que tener mucho tino a la hora de elegir: apuesta por una estrategia ‘value’ de renta fija, es decir, que ayude a descubrir emisores que no vayan a dar sustos.

Vega apuesta por los flotantes y añade subordinados y convertibles con la ‘call’ cercana. Señala que en los emergentes puede haber oportunidades: ahora, salvo por los riesgos políticos puntuales, las divisas están tranquilas (aunque el inversor ha de saber que puede haber volatilidad con las monedas -ese riesgo en este tipo de mercados está siempre latente- y el conservador puede no llevarlo bien). Respecto al presunto atractivo que pueda tener la deuda americana, señala que hay que tener en cuenta que prevé que el dólar se debilite hasta niveles de 1,28 contra el euro y recuerda que las coberturas son bastante caras, tanto, que anularían la potencial rentabilidad que se pueda obtener invirtiendo en las emisiones del Tesoro americano.

Con esta última idea discrepa Eugene Philalithis, gestor del Fidelity Global Multi Asset Income Fund, que afirma: «Con unos rendimientos en el 3%, creo que los bonos del Tesoro de EE.UU. son atractivos para los inversores, que deberían estar estudiando cómo diseñar exposiciones defensivas para proteger sus carteras». Y añade: «Puede resultar provechoso añadir duración a las carteras multiactivos en puntos de entrada como estos a partir de ahora».

Valera cree que lo mejor es delegar en un buen gestor, en un producto que esté siendo capaz de proporcionar rentabilidad, analizando bien a qué se debe su rendimiento. Comparte, asimismo, alguna de sus ideas: emisores privados que pueden desapalancarse y que den retornos de alrededor de un 5% y da nombres españoles como CaixaBank, Ibercaja y OHL. Insiste en la confianza que le da la banca española, porque está muy capitalizada, lo que le proporciona un «confort bárbaro».

En renta fija corporativa, García Mellado apuesta por la americana con la divisa cubierta y de emisores senior que proporcionen un diferencial suficiente como para que sea posible asumir el coste de la cobertura. Se queda, en EE.UU., con sectores como ‘telecos’, autos, banca y consumo; mientras que en Europa escoge subordinados bancarios y corporativos no perpetuos, flotantes y high yield con vencimientos cortos. Asimismo, este experto considera que niveles del 0,80% del bono alemán pueden ser atractivos.

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