
La elaboración de la nueva ley hipotecaria en el Congreso se prolongará dos semanas más. El hecho de que la norma se tramite por la vía de urgencia no evita una nueva demora, debida ahora a la disparidad de opiniones entre los partidos y a la alta carga de trabajo de las comisiones parlamentarias.
La trasposición de la directiva europea sobre hipotecas se retrasará así más, pese a que la UE demandaba que estuviera lista en 2016 y a que amenaza con sanciones.
Pero las posibles multas no son el mayor perjuicio que puede causar la nueva demora. El mercado hipotecario español experimentó un parón en octubre, provocado por la discrepancia entre salas del Supremo a la hora de determinar quién debía pagar el Impuesto de Actos Jurídicos. Desde entonces, nada cambió en teoría para las hipotecas ya firmadas pues el Tribunal reafirmó que esta carga recae sobre el cliente. Sin embargo, siguen produciéndose sentencias en contra de la banca en este sentido (un fallo en Málaga contra el Santander así lo demuestra).
El Economista