Permanecer más allá de la jornada laboral en el puesto de trabajo puede ser la consecuencia de un exceso de trabajo o, simplemente, de falta de organización. Estar presente en el puesto de trabajo dedicando ese tiempo a asuntos no relacionados con la actividad laboral, se denomina presentismo, algo que, según un análisis de Adecco ha detectado el 43,75% de las empresas entre sus trabajadores.

Sin embargo, el presentismo tiene varias vertientes y, a veces, el hecho de que nueve de cada diez empresas reconozca que sus profesionales dedican buena parte de su tiempo a navegar en internet y atender sus redes sociales durante su jornada laboral puede deberse a una ineficaz gestión de sus recursos humanos. Sólo un 39% de las organizaciones aplica a más de un 25% de su plantilla prácticas relacionadas con la organización del tiempo y la flexibilidad laboral, y eso fomenta tanto el presentismo como el absentismo. No obstante, el análisis de Adecco aprecia que en la pyme está aumentando la flexibilidad que se ofrece a los empleados.

Las pausas prolongadas para tomar café, desayunar o almorzar (89%), el tabaquismo (88%), el incumplimiento de la jornada laboral (85%) y las ausencias breves y repetidas con otros fines (85%) son las causas más repetidas en las empresas que cuentan con profesionales presentistas.

Cuando se les pregunta a las empresas sobre los métodos de control del presentismo laboral que llevan a cabo, un 20% ni siquiera los identifica, lo que, según Adecco, refleja la poca importancia que, en la práctica se le está dando a este fenómeno.

De entre los que sí seleccionaron alguna opción, se ve que claramente se aplican métodos de control de los horarios de entrada y salida (76%), y de restricciones en el uso de internet (38%) y del correo electrónico (28%). Pero que sólo un 6% de las organizaciones aplique horas límite a las reuniones y que un escaso 5% recurra a métodos como el apagado de luces para racionalizar la jornada laboral puede ser el motivo de que los trabajadores no realicen un esfuerzo real para organizar su trabajo salir a su hora. También escasean las compañías que no aplican control horario y lo sustituyen por evaluación por objetivos, flexibilidad horaria o mera confianza en la responsabilidad del trabajador.

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